viernes, 9 de abril de 2010

"Señor Evans, ¿qué opina usted de la Polaroid?"

- "Compré la Polaroid SX-70 en 1974, esa cosa, sí, como si fuera un juguete, y me lo he tomado como un desafío. Era un artilugio, pero decidí que debería de ser capaz de hacer algo serio. Después de todo, me estoy haciendo mayor, y no creo que nadie deba tocar una Polaroid hasta que haya cumplido sesenta años. Primero hay que hacer todo ese otro trabajo" (refiriéndose a su carrera).
Para un fotógrafo con una salud cada vez mas delicada, la Polaroid ofrecía una especie de gratificación fotográfica inmediata, pues gracias a ella se suprimía por completo el duro trabajo del cuarto oscuro. En las Polaroids de Walker Evans, se muestra la temática que le había obsesionado toda su carrera: las expresiones gráficas de una sociedad que se había vuelto insensible a las múltiples representaciones que conformaban su experiencia cotidiana. Muchos seguirán instintivamente la dirección que indica la flecha, pero son muy pocos los que se molestan en examinar su forma.



No hay comentarios: